Hoy me pasó algo curioso, época de cambios, sin duda alguna:
Me estaba sirviendo un té, y como me llegó uno de esos momentos así medio intelectuales y medio filosóficos según yo, pensé en voz alta, así en inglés (como buena pocha)
Let’s embrace change (abracemos el cambio)
Yy ¡toma!, ¡que el té se derrama y me quemo la mano!…
Pues sí, el cambio también puede doler, pero no pasa nada…
Me eché agua fría… y ni rojito me quedó.
– #LaMoccata, con sus múltiples lecciones dramáticas del universo