La sombra, esos demonios internos, miedos, inseguridades, el ego… son como un niño pequeño haciendo berrinche porque también necesita amor, atención y reconocimiento.
La sombra no es mala, no necesita ser violentamente reprimida, no necesitas mandarla a la esquina y decirle que se quede quieta. Lo que necesitas es hablar con ella, aprender de ella y enseñarle una que otra cosita, para que pueda coexistir con tu lado luminoso cuando se encuentran a solas, y cuando conviven con la luz y la sombra de otros a su alrededor.
La Moccata
Totalmente!
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Seguro que sí. Igual que la sombra de Peter Pan.
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